viernes, 22 de noviembre de 2013

"Giramos sobre el reloj"Ensayo filosófico.

Seudónimo: Luna Temporal
“Giramos Sobre el Reloj…”

“No se si el tiempo es propio de nuestra conciencia,
no se si existe de verdad
,
no sé quien pueda comprobar si todo es una foto
O va al ritmo de un tic-tac...”
-Las Pastillas del Abuelo, “Duda”.

El tiempo sigue, no para, no se detiene con nosotros. Podemos decir que el tiempo se refleja en relojes, almanaques, etc. Pero si nos preguntamos que es el tiempo… ¿Sabemos explicarlo?
Vivimos siguiéndolo, sintiéndolo; porque pasan los minutos, los días, pasa el tiempo y surgen cambios, ocurren transformaciones y pasa el tiempo, aun así no sabemos explicarlo concreta y lógicamente.
Rodea y enreda nuestras vidas porque dependemos del tiempo, de un pasado,  de situaciones que ya ocurrieron, de momentos anteriores. De un futuro, momentos que están por venir, que pocas veces podemos anticipar. Sobre todo, dependemos del presente…
¿Qué es el presente? Es un conjunto de “ahoras”, momentos precisos que están ocurriendo, sin embargo, el presente ya pasó y se convierte en pasado. Según  Martin Heidegger “el tiempo es algo en que se puede fijar arbitrariamente un punto-ahora, de manera que, de dos puntos temporales diferentes, siempre uno es más temprano y el otro más tarde”[1]. Entonces puedo decir que el presente es el cruce entre el futuro y el pasado. Ya que “más tarde” es el “más temprano”, del siguiente “más tarde”.
Así es como comienza mi amor y desamor al tiempo. Amor porque quiero capturar cada instante, quiero hacer eterno cada buen momento de la vida; supongo que no debo ser la única, a todos nos gustaría alargar los buenos momentos. Somos personas y vamos transitando etapas, que también duran un tiempo; nos enamoramos y el amor también está constituido de lapsos, donde sufrimos, donde amamos, donde disfrutamos.
El tiempo me ha ayudado a organizarme, a vivir, pero aun así me es difícil seguirlo. Estamos encadenados al tiempo, atados de pies y manos por el reloj, vamos transitando la vida, trazando un camino, dejando un pasado y tal vez proyectando un mañana. Este pasado nos deja recuerdos y aquí es donde inicia mi desamor al tiempo. Los recuerdos nos producen nostalgia, ganas de volver hacia atrás para revivir los momentos buenos o cambiar acciones incorrectas, pero esto es imposible, no podemos regresar a un tiempo que ya caducó.
A su vez el mañana es parte del futuro, vivimos pensando qué tenemos que hacer mañana, qué vamos a hacer al instante siguiente, pensando que en el futuro las cosas pueden ir mejor o peor. Vamos girando sobre el reloj, acelerados como una tormenta, vivimos apurados, por hacer esto o aquello, por terminar algo, por empezar algo.
Mi desamor se ve reflejado, también, en los tiempos musicales. Los sonidos musicales deben tener una duración precisa en el tiempo. Si no fuera así, no sería posible la música. Cada figura tiene establecido una determinada duración y para formar un ritmo es necesario seguirla. Pero no es fácil lograr esto, cada persona siente y percibe al tiempo de diferentes formas. Para algunas personas lo que puede significar un instante, para otras puede parecer interminable.
Esto me lleva a preguntar: ¿La música es eterna?; ¿Cuándo una canción ya es parte del pasado? ;¿Por qué cada época tiene varios estilos?; ¿Lograr que la música perdure, será un gran reto para todos los músicos?. La utilización de nuevas tecnologías para obtener música, ¿Perjudica a los artistas, que quieren lograr que su música sea eterna?; ¿Todo esto será cuestión de tiempo?...
Así como es en la música, es en la vida, ya que estamos atados a una rutina, a seguir la clepsidra, como seguimos a la duración de los sonidos, pero cuando ocurren cambios nos desconcertamos. La música nos ofrece una gran variedad de sonidos y la vida nos ofrece una gran cantidad de cambios que nos desconciertan.
En este siglo XXI donde la tecnología forma parte de nuestra vida diaria, el reloj se volvió fundamental para nosotros, porque como ya dije, giramos sobre el reloj, vamos acomodando nuestro tiempo, dependemos de las agujas del reloj, de horas, minutos y segundos. Necesitamos tener a mano algo que nos refleje el tiempo, un reloj en la muñeca, el celular, la computadora, etc.
Bergson[2] cataloga al tiempo que se mide en los relojes y calendarios como “tiempo vulgar “. Este tiempo es de todos, pero a una vez de nadie, es impersonal.
¿Si toda esta tecnología no existiera, dependeríamos del tiempo?
De alguna u otra manera desde siempre fuimos dependientes de él. En la Antigüedad los griegos utilizaban un calendario solar-lunar, que según Platón, servía para mantener un orden y poder celebrar distintos actos religiosos. En cambio, en la actualidad no dependemos completamente del “tiempo objetivo”, es decir, del tiempo cósmico, que va más allá de los hombres, si no que nos afirmamos también en el  “tiempo subjetivo”, que es la compresión del tiempo por el hombre, el vivir y sentir las temporalidades. 
Bergson plantea dos tiempos, y dado que hay dos tiempos, hay dos memorias: “Kronos: devenir temporal” y “Kairos: ocasión excepcional”. La primera es “la memoria rutinaria-voluntaria”, donde un beso es igual a otro beso y podemos sumar los besos que dimos y recibiremos hasta los cuarenta años, por dar un ejemplo. La segunda es “la memoria vital-involuntaria”, encargada de guardar la diferencia de cada beso, ese algo incomparable, ese sabor, ese aroma que llega de tiempos idos y que, sin embargo, marca la presencia de aquello que parece ausencia.
Todo esto quiere decir que el tiempo siempre existió, pero sus formas de medirlo, recordarlo y percibirlo son diferentes y en ocasiones fueron cambiando.
Sabemos entonces que cambió la forma de medir el tiempo, pero la forma de pensarlo… ¿Cambió?
El mundo social impone “no perder el tiempo”. Estamos acostumbrados a escuchar la frase “no tengo tiempo que perder”. Vivo y vivimos pendientes de qué hacer, como organizarnos para no perderlo… ¿Qué significa esto? No queremos estar con determinada persona o realizar alguna acción para no desperdiciar nuestro valioso tiempo. ¿Qué pasa cuando lo perdemos? ¿Y si en lugar de pensar en cómo no perderlo, pensamos en cómo ganarlo? Somos una sociedad consumista donde el mercado es importante a nivel mundial, donde queremos todo ahora y no después. Si perdemos el tiempo, derrochamos dinero, producción, etc. Nos catalogamos respecto a las sociedades de otros tiempos, como una sociedad avanzada.  Avanzando siempre sobre el futuro, planeando el mañana, tiñendo nuestra vida de posibles situaciones, creemos que cuando seamos adultos seremos o haremos tal cosa, que cuando tengamos dinero podremos hacer aquello que queremos y no podemos. Intentamos capturar cada momento del pasado, con fotografías, con arte, etc. Entonces nos damos cuenta que las temporalidades forman parte de nuestra vida diaria y que cotidianamente pensamos en ellas.
Teniendo en cuenta estas temporalidades: pasado, futuro y además presente, comprendemos que el tiempo sigue. Pero… ¿Qué forma toma, circular o lineal?
Considero que es lineal por que sigue hacia adelante, no vuelve, nosotros vivimos y aunque la muerte nos detenga, el tiempo sigue. También lo considero circular, viéndolo desde el punto de vista de la naturaleza, es decir, las cuatro estaciones del año se repiten una y otra vez con sus respectivos climas en cada zona; la Luna también es temporal cumple un determinado ciclo, al igual que la mujer.
Por estas razones voy a plantear al tiempo como circular y por dentro de lo circular, lineal. Porque nuestra vida comienza cuando nacemos y termina cuando morimos, venimos al mundo, indefensos sin saber que nos espera de la vida y nos vamos del mundo, indefensos, sin conocer que nos esperara de la muerte. Al nacer somos débiles y necesitamos de alguien que nos ayude. Al ir envejeciendo hacemos una especie de retroceso y también necesitamos algo de ayuda. Con este ejemplo quiero demostrar que el tiempo es lineal, que sigue porque transitamos toda una vida, pero a su vez, es circular por que todo se repite, vuelve a un similar o igual punto de partida. Algunas historias también se repiten, las palabras, hasta las preguntas…
Entonces… ¿Qué es el tiempo? ¿Cuánto nos dura aquel primer beso que tanto esperamos, cuanto nos dura el amor, cuánto dura el dolor?
Fundamentalmente, ¿Cuánto nos dura la vida? ¿Días, horas, minutos?
Vivimos y somos vividos por el tiempo, la vida dura, según como decidamos vivirla.


Bibliografía:
Heidegger, Martin “El Concepto de Tiempo.” Ed. Trotta. Madrid. 1999.
Barylko, J. “La filosofía, una invitación a pensar”. Ed. B. Buenos Aires. 2011.
“Soundgarden: La difícil relación entre el tiempo y la música”.  http://soundisgolden.com/2012/11/25/soundgarden-la-dificil-relacion-entre-el-tiempo-y-la-musica/





[1] Heidegger, Martin. “El concepto de Tiempo”. Madrid. Trotta. 1999.
[2] Barylko,J. “La filosofía, una invitación a pensar”.B editores. Buenos Aires. 2009.

No hay comentarios:

Publicar un comentario